Hasta la fecha, el bullerengue continúa sobreviviendo en la región marginalizada y rural del Caribe con una escasa discografía de circulación limitada. A pesar de la marginación política, racial y económica de la región, Petrona Martínez y Magín Díaz han logrado reconocimientos internacionales que incluyen nominaciones al Latin GRAMMY®, y en el caso de Díaz, la gratificación de dos premios GRAMMY® (Estados Unidos y América).
Anónimas y Resilientes (anónimas y resilientes) surgieron de un sueño de Petrona Martínez (b.1939). Ansiaba organizar una rueda de bullerengue como las de sus antepasadas, pero creía que los cantantes de mayor edad en la región del Canal del Dique eran cosa del pasado. Manuel García-Orozco (a.k.a Chaco), el productor musical detrás de los recientes logros de Martínez y Díaz, emprendió la búsqueda de Voces de bullerengue en el campo.
Junto con los percusionistas Guillermo Valencia y Janer Amarís, Chaco reunió a Voces del Bullerengue, siete voces que habían vivido en el anonimato hasta ahora: Juana Rosado (n. 1939) de Evitar; Fernanda Peña (b.1929?) Y Antonio Berdeza (b.1929) de San Cristóbal del Trozo; Juana del Toro (b.1938) de San José de Playón; y Mayo Hidalgo (b.1956), Rosita Caraballo (b.1966) y Jaiber Perez Cassiani de María la Baja.
El álbum se grabó en el estudio de grabación de la comunidad en Palenque-Colombia, la primera ciudad libre de las Américas. La producción tuvo que
superar los obstáculos inextricables de la marginación de la región, como los apagones debidos a la inestabilidad de la electricidad y la falta de caminos que se pueden cruzar a San Cristóbal del Trozo. Al final, estos cantantes de bullerengue se enorgullecieron de grabar su primer álbum y perpetuar los legados de sus antepasadas.